sábado, 2 de enero de 2010

Zanahorias.

:- Quizás un día de estos llegue a tener un título de esos rimbombantes, y sienta que puedo hablar con cierta libertad de cosas tan importantes como la sociedad, la cultura y demás cuestiones que son exclusivas de los universitarios. Por ahí, si estudio letras, adquiera esa pedantería que poseen esos que se creen particulares por poseer el panfleto que los proclama como algo, como Profesores de Letras. Verlos tomar a Borges con una mano y voltear sus páginas con la otra... ese desdén tan de ellos... y eso que a mi nunca me gustó Borges eh, pero viste, le chupan el culo o lo defenestran con esas palabras que aprendieron de él, son unos caraduras. Cuando por fin me reciba de artista voy a poder hacer esas cosas, mirar un Mondrian, escuchar a Miles Davis, llorar con... no me sale el nombre de ningún director de cine ahora, disculpá. Me parece que todo esto es un camino que se bifurca: o aspiro a eso, a esa rimbombancia, o me acepto como soy y me dejo de joder. Esto de pensar mirando una mancha de humedad no puede seguir, me molesta tener que despegar de mí cada vez que pretendo verme, es incómodo y poco práctico. Pienso, pienso, pienso. Existir no existo nunca. Siempre corriendo detrás de la zanahoria. Vos ya tenés tu zanahoria, estás tranquila, dos materias y encima con el promedio y demás... recomendaciones, claro, no me debo olvidar de las recomendaciones. También tengo una zanahoria eh, técnico en fotografía, recomendaciones no tantas, para la gran mayoría soy vago... no me voy a poner a remarcar mi marcado odio hacia el mundo artístico porque lo conocemos ambos y muchas veces me dijiste que... y no, y no me voy a llevar con esos boluditos de gafas raras, que usan palabras excéntricas todo el tiempo y que... bah, ya sabés. Es otro mundo, son ellos. Mi zanahoria es para los míos, que pueden ser camareros, camioneros, pasteleros... muchos eros viste, profesiones y demás, gente cualquiera. Por eso quizás no nos llevamos, a vos te gusta moverme en un mundo que a mis ojos fue usurpado por representaciones. Será por eso que nosotros no podemos sentirnos uno, también me tomo la libertad de adjudicarle a el fenómeno de la invasión la imposibilidad de fusionar nuestros mundos. Mis amigos... bueh, no somos artistas nosotros... mejor me quedo callado y sigo el diálogo con la mancha de humedad, voy a ver si la convenzo de que me de una mano con el bolso mañana- y se levantó por su vaso de agua.
:- Cuando estás borracho sos muy cobarde.